León Tolstói

Tolstói (Tula, 1828; Lípetsk, 1910)

Leon-tolstoi 10 Obras de Arte

León Tolstói y su larga y agitada vida es tan memorable como su obra literaria. El conde que perdió a sus padres a temprana edad nació un 28 de agosto de 1828 y desde entonces comenzó una búsqueda que lo llevó a experimentar los horrores de la guerra, los vicios carnales, el aislamiento y el ascetismo, todo para responder a una sola pregunta: ¿qué camino llevaba al hombre a la felicidad?

Y los trajinó todos a partir de la influencia de Nicolás, su hermano mayor, quien le contagió sus ganas de cambiar el mundo. Lo que primero intentó a través de la escritura, pero que desestimaría luego al considerarla una distracción de los problemas reales. Y Tolstói tuvo grandes distracciones durante su juventud. Cuando en 1844 ingresó a la universidad, solo se graduaría de libertino y jugador. Sus excesos así lo premiaron con una gonorrea de la que tardó en recuperarse. Aunque le sirvió para recuperar también un poco las riendas de su vida. Entonces toma la decisión de hacer algo importante con ella.

Las injusticias sociales ya lo habían conmovido de forma medular, pero lo que vio a los veintiséis años en el campo de batalla le mostró hasta dónde era capaz la ambición del hombre. Sus vivencias en Crimea lo llevarían a la cumbre de la novela realista rusa. Guerra y paz le asegura un púlpito desde donde sería oído con interés por sus contemporáneos. Sus ensayos, su espiritualidad e ideas pacifistas dejarían huella en futuros personajes y hechos históricos. Pero esa postura en contra de la violencia no chocaría con su anarquismo, que apuntó directamente al Gobierno y la Iglesia de su país. El influjo de esa rebeldía le dio una fama mundial comparable a la de una estrella de rock.

León Tolstói, tan contradictorio como genial, murió a las puertas de la Revolución rusa y no encontró ni en la vida familiar, la riqueza o el prestigio la liberación de su turbulenta alma.



 

10 Grandes Obras de Tolstoi

 

1. Infancia. San Petersburgo, 1852.

Tolstói se propuso hacer un prematuro recuento de su vida y publica la primera parte de su autobiografía novelada en la revista El contemporáneo. Apareció con el nombre de Historia de mi infancia y en esta destacan las páginas dedicadas a su fallecida madre y a los primeros lazos que estableció en Yásnaia Polania, la hacienda familiar en donde nació y murió, época que lo convertiría, a partes iguales, en un hombre introspectivo y vehemente. 

2. Adolescencia. San Petersburgo, 1854.

Aunque bautiza al protagonista de sus memorias como Nicolás, esta segunda entrega de la trilogía muestra el germen de su futuro pensamiento filosófico. A pesar del desarraigo ocasionado por la muerte de sus padres, el solitario adolescente trata de encontrar el equilibrio mediante la búsqueda de la pureza espiritual, primer paso para  el propósito que perseguiría hasta el día de su muerte: ayudar a que el mundo sea un lugar en donde triunfe el amor.

3. Relatos de Sebastopol. San Petersburgo, 1855.

Una crónica en tres partes sobre los días en que acompañó al Ejército imperial a la península de Crimea, material que le sirvió luego para escribir su ficción más ambiciosa. Inicia con su arribo a la estación de Sebastopol en diciembre de 1854 y sus primeras observaciones ya destacan la miseria moral que encuentra, además de la visión de mutilados y moribundos, lo que irá empeorando con el pasar de los meses. Estos relatos cortos conforman una valiosa tesis sobre lo absurdo de la guerra.   

4. Juventud. San Petersburgo, 1856.

Cuando Nicolás ingresa a la Universidad de Moscú, aquellos ideales que se supone guiarían su conducta terminan estallándole en la cara. Le es imposible conducirse rectamente en la realidad, lo que significa un nuevo y revelador quiebre para él. La culminación de sus tempranas memorias revela el desasosiego de un joven que se cansaría pronto del encierro académico para dedicarse al peregrino cultivo espiritual. 

5. Felicidad conyugal. San Petersburgo, 1859.

Después de abandonar los estudios, a Tolstói se le metió una idea entre ceja y ceja: casarse, establecerse en una relación que le dé equilibrio y lo ayude a madurar y convertirse en un ser humano útil. Pero antes de dar ese paso imaginó el idilio entre Masha y Serguéi, personajes con casi nada en común, unidos por un matrimonio que el tiempo irá modulando. Un relato desde el punto de vista de la protagonista que muestra las diferentes etapas del amor, lo que se pierde y se gana en el camino.

6. Los cosacos. San Petersburgo, 1863.

Un joven noble, aburrido de la monotonía y la vida disoluta que le ofrece Moscú, decide hacer un largo viaje hasta el Cáucaso y se enlista en el Ejército para integrarse a una aldea cosaca. Así, el cadete Olenin encuentra en el campo y las montañas la suficiente tranquilidad para reflexionar sobre aquello en lo que no pudo enfocarse mientras era el mimado heredero de una rica familia de la ciudad. Basada en sus propias experiencias, esta novela corta no está exenta de conflictos, los armados y los amorosos.   

7. Guerra y paz. San Petersburgo, 1865-1869.

Guerra y paz Tolstoi

La literatura posterior no hubiese sido la misma sin esta extensa épica que al hablar de la guerra se refiere a todo lo que el hombre es, fue y será.  Se enmarca hacia el final de las Guerras Napoleónicas, 1812, y sigue con el mismo realismo el despilfarro y la superficialidad de la vida de los aristócratas rusos y lo que padecían los soldados en el infernal campo de batalla. Los dos lados de la decadencia humana se ponen frente a frente en esta inolvidable historia lanzada por entregas, llena de subtramas y personajes que deslumbraron a sus contemporáneos tanto como a nosotros.  

 

8. Ana Karenina. San Petersburgo, 1875-1877.

Ana Karenina 10 Mejores Obras Tolstoi

Un arrollador éxito en su tiempo para una historia que no ha perdido vigencia o interés a más de cien años de ser publicada. Ana es una joven que parece haberlo conseguido todo después de casarse, pero que sufre en silencio porque su aparente vida perfecta lo único que hace es tapar su creciente infelicidad, la misma que Tolstói expone sin dejar de criticar a la atolondrada clase alta de la Rusia del siglo XIX. A pesar de contar básicamente una historia de amor, es notable el manejo del suspenso y cómo este nos lleva al magnífico desenlace. 

9. La muerte de Iván Ilich. San Peterburgo, 1886.

La muerte de Iván Ilich 10 Obras de Arte

¿Vivir según nuestras propias reglas o aceptar que debemos satisfacer las expectativas del mundo? ¿Debemos tratar de ser felices o solo aceptar nuestro destino y llenar el espacio que tenemos reservado? Estas son las cuestiones que surgen en la cabeza de Iván Ilich en su lecho de muerte y al propio escritor le rondaban con casi sesenta años a cuestas. La historia central es un repaso por su vida, por aquello que lo llevó hasta el inesperado accidente que desencadenaría su final y lo hace concluir que desaprovechó el tiempo. Una novela corta pero con una enorme carga existencialista que la hace imprescindible en su bibliografía. 

10. El reino de Dios está en vosotros. Alemania, 1894.

El lado filosófico del escritor borda las páginas de este ensayo acerca de la interpretación que hace del cristianismo, más que un cúmulo de ideas sublimes, una guía práctica de conducta. Lo que no gustó a las autoridades religiosas y políticas de entonces y por lo que terminó censurado y excomulgado, algo que tomó como un triunfo personal. Es famosa la influencia que este texto tuvo en el pensador hindú Mahatma Gandhi y su resistencia pacífica para lograr la liberación de su país.   




 

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